El pasado jueves 30 de enero, se oficializó por medio de una conferencia de prensa la salida de cinco jerarcas de alta importancia del gobierno. Estos no son otros que Laura Fernández del Ministerio de la Presidencia, Mauricio Batalla del Ministerio de Transportes, Anna Katharina Müller del Ministerio de Educación Pública, Francisco Gamboa del Ministerio de Economía y Osvaldo Artavia del Instituto de Desarrollo Rural. La renuncia de estos funcionarios no fue del todo una sorpresa, ya que fue advertida hace algunos meses por la diputada oficialista Pilar Cisneros, quien describió a este acto como uno de los primeros pasos del inicio de la campaña del oficialismo para seguir las riendas del poder ejecutivo por cuatro años más. A pesar de que fueron cinco los que renunciaron, Fernandez y Batalla están contemplados en el ideario colectivo como los activos más importantes de esta fase de la campaña, siendo incluso probable que algunos de estos dos encabezan la fórmula presidencial entrante, o al menos una posición en las listas legislativas. Estas suposiciones también se ven correspondidas con el pensamiento que apunta que el periodista Edgar Espinoza, esposo de Cisneros, será el candidato a presidente y que Fernandez y Batalla lo acompañarán en la fórmula presidencial.
